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domingo, 22 de enero de 2017

Un borrego más

Parece que siempre termino tropezando con alguna piedra diminuta, que me hace dudar de mis decisiones, que me hace querer rendirme. Tengo la extraña sensación de que no estoy siendo yo misma del todo, que sigo estando condicionada por lo que el resto me dice, por lo que piensan, por como se ríen cuando paso por su lado. Pero tampoco es igual que antes.

Ya no busco amores verdaderos y eternos, ni caballeros tremendamente ideales, que aparezcan por sorpresa con mil rosas para mí. No tengo la necesidad de sentir una adrenalina continua, ni ganas de dejar de crecer, o madurar ya del todo. Aunque no voy a negar que estaría bien entender parte de lo que me sucede a mí misma, entender cómo encajo yo en lo demás, qué tiene que ver todo esto que me rodea conmigo. No lo entiendo. No me entiendo. Estoy cansada de que pasen los años, y de no perder la esperanza.

Me han dicho tantas veces que no pierda eso... Que ser única es maravilloso. Que soy atrevida y valiente por seguir intentando encontrarme dentro de mi mente. No sé qué pensar de todas esas palabras. Creo que a veces sólo quiero perder la esperanza, y dejarme llevar, y no pararme a pensar si mis palabras son realmente mías o vienen de los demás.